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AceptarConfigurarEs un país alegre y melancólico. Donde la música forma parte del día día. Son de aspecto recio, pero con las mejillas sonrosadas por el frío . Un país donde la cerveza y sobre todo la Pilsen es orgullo nacional. Este es también un país hermoso, más allá de Praga, joya sutil y detallista, como sus característicos cristales de Bohemia, encontramos muchos más lugares de interés: desde el Castillo de Brno, a Cesky Krumlov, un portento arquitectónico, avalado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. De la ciudad medieval de Telc al barroco rústico de aldeas como Holašovice. Y entretanto, catedrales católicas y ortodoxas conviven con monumentos judíos, como el célebre cementerio de Praga.
Y además, también se come bien y a buen precio, generosos platos de cuchara para combatir el frío, con carne estofada, caza o los más sencillos y tradicionales, como el Vepřo-knedlo-zelo:cerdo asado acompañado de pasta y col. Y todo ello, acompañado de un trago ardiente de Becherovka, o uno más apacible de Sekt, el vino espumoso de la zona. Despúes de todo ésto podemos disfrutar de uno de sus muchos y célebres balnearios, como el de Karlovi Vary.
Praga es la capital de la República Checa y de la ensoñadora región de Bohemia. La ciudad, con más de un millón de habitantes, es también conocida como La Ciudad de las Cien Torres o La Ciudad Dorada.Visitar Praga es como introducirse en un cuento de hadas en el que infinitas y mágicas torres acogen a pacientes princesas. Las calles parecen creadas para el simple disfrute de los sentidos y las tiendas están decoradas con el mayor mimo imaginable. El marcado ambiente medieval que envuelve la ciudad es capaz de hacer retroceder a sus visitantes hasta tiempos inmemoriales para que nunca olviden un lugar tan especial.
La joya de la Bohemia Occidental, Karlovy Vary, ciudad balneario mundialmente conocida por las numerosas fuentes de aguas minerales que hay a lo largo de la ciudad. Además de por sus fuentes, Karlovy Vary también es famosa por su Festival Internacional de Cine, la producción de artículos de cristal Moser, el licor de hierbas Becherovka y sus barquillos rellenos.
Carnet de identidad o pasaporte en vigor.
Para consultar las recomendaciones de viaje es conveniente consultar la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España ( República Checa)
No hay recomendaciones especiales para viajar a República Checa.
Para más información, consulte la siguiente página web de Sanidad
El idioma oficial de Praga y de toda la República Checa es el checo.
El tiempo varía mucho de unas estaciones a otras, las temperaturas extremas hacen que a la hora de la planificación del viaje ésta deba ser un factor muy importante a tener en cuenta.Durante el verano el calor húmedo, junto con la gran cantidad de turistas, puede llegar a ser un poco agobiante.La mayor ventaja es el mayor número de horas de sol disponibles y es la época más lluviosa en Praga.
En primavera y otoño son las mejores épocas para visitar, especialmente nosotros recomendaríamos mayo y junio, donde las horas de día y la temperatura media son las más compensadas. Como consejo, debéis llevar algo para la lluvia, en estos meses llueve bastante. Como último mes para no pasar frío, octubre. En invierno no es recomendable, las temperaturas medias son de 0º e incluso bajo cero, habiendo máximas de 2º a 5ºC. Por otro lado las reducidas horas de sol pueden empeorar el viaje. Lo mejor del invierno es ver la ciudad nevada (y el río helado).
La moneda oficial de Praga es la Corona Checa (CZK). Su nombre en checo es Koruna Česká (Kč).
Si el viaje se realiza en los meses de invierno es aconsejable llevar ropa de mucho abrigo como cazadoras impermeables que calienten bastante, jerseys de lana, pantalones gruesos, guantes, gorro, bufanda, calcetines y calzado que proteja los pies del las bajas temperaturas, ya que las condiciones climatológicas son muy extremas. Tampoco hay que olvidarse de llevar algún paraguas o chubasquero.En los meses de verano las condiciones cambian bastante, al igual que la ropa que se ha de llevar. Pantalones cortos o largos, camisetas, jerseys finos, calzado que transpire y alguna chaqueta para las refrescantes noches son alguna de las prendas necesarias que irán muy bien para nuestra visita a la capital de la República Checa.En cuanto a las demás estaciones del año, con alternar alguna de las prendas que se citaron anteriormente es suficiente: jerseys, chaquetas, calzado impermeable cómodo y por supuesto el paraguas, porque suele llover en los meses de primavera y otoño.
En los restaurantes la propina que es aconsejable dejar corresponde entre el 5% y 15% de la cuenta, según el establecimiento. Esta propina no hay que dejarla sobre la mesa, sino que vendrá incluida en la cuenta. En el momento de pagar se le suele indicar al camarero lo que queremos dejar de propina. En los taxis es costumbre dejar una propina al conductor del 10% de lo que marque el taxímetro. También es habitual dejar una propina de un euro a los porteros de hotel que nos ayuden con el equipaje y 2 ó 3 euros para los guías turísticos.
La tensión de la red eléctrica de la República Checa es de 230 V. Como no existe unificación universal en cuanto a niveles de tensión y modos de conexión, podrá descubrir después de su llegada que sus aparatos eléctricos tengan conectores diferentes. Si ocurre tal caso, podrá comprar un adaptador que resolverá sus problemas.